Algunas zonas de España como Almería, Murcia o Alicante, son especialmente secas. No presentan grandes precipitaciones a lo largo del año. Sin embargo, incluso en estas zonas puede ser difícil prevenir goteras, sobre todo cuando llega el frío en esos meses más crudos del invierno.
Muchas veces relacionamos las goteras con las lluvias y, desde luego, son el principal motivo junto al deterioro de la estructura, por el que aparecen, pero no el único. El frío es también un fenómeno climático que puede dañar y deteriorar fachadas y cubiertas, provocando la aparición de goteras.
Por qué el frío puede provocar goteras
Las goteras aparecen por un deterioro o incluso rotura de la cubierta o tejado de una vivienda. Sobre todo en aquellas que son muy antiguas la constante exposición al frío puede provocar este desgaste y, si no hemos aplicado las medidas necesarias, nos será imposible prevenir goteras en nuestro hogar.
Concretamente, a consecuencia del frío es posible sufrir los siguientes problemas que derivan en goteras:
- Rotura o desplazamiento de tejas en cubiertas que las utilizan.
- Absorción de la cubierta cuando la temperatura es excesivamente baja (nieve, hielo).
- Deterioro progresivo del sellado y las juntas en algunas partes de la cubierta.
Consecuencias de goteras en viviendas
Estos factores de roturas, deterioro o absorción de agua, derivan en goteras, es decir, filtración directa del líquido en nuestra vivienda, algo que obviamente es molesto para cualquier habitante de la casa o de la empresa, si sucede sobre una cubierta industrial.
Pero, más allá de la obvia molestia que provocan, las goteras deben solucionarse cuanto antes para evitar la aparición de consecuencias más graves como las que describimos a continuación:
- Filtración de agua en las zonas donde el líquido cae constantemente.
- Aparición de humedades y sensación general de frío y malestar.
- Disminución de la efectividad de la calefacción, con el consecuente gasto económico.
- Aparición de moho, que a su vez puede afectar a la salud de los habitantes de la casa.
- Deterioro de la infraestructura, tanto de la parte donde se ha producido la gotera como del destino final donde cae el agua.
Cómo prevenir goteras
Tanto el frío como la lluvia o, incluso, el calor excesivo, son factores que pueden llegar a afectar tanto a la infraestructura de un hogar como para provocar la aparición de goteras. Si queremos prevenir goteras en nuestra vivienda, lo que debemos hacer es aplicar las medidas de contención adecuadas para que no aparezcan.
En Cantitec ofrecemos en toda España el servicio que necesitas tanto para la reparación de goteras que ya hayan aparecido, como también para la prevención de goteras en el futuro.
Estudio previo de humedades y goteras
Algunos clientes de Cantitec nos han comunicado un problema de humedades, sin saber el origen. Nosotros realizamos un estudio previo de cualquier caso, con el fin de determinar si el problema está derivado en unas goteras presentes en alguna otra zona de la casa o bien por otros motivos. Gracias a ello podemos identificar el punto exacto de la filtración y aplicar la mejor solución de goteras para cada caso.
Sellado de goteras actuales
Las goteras pueden causar el deterioro de diferentes partes de la estructura de la casa. Es necesario aplicar el sellado y la reparación de goteras de estas zonas, con el fin de evitar que en el futuro provoquen nuevos problemas e inconvenientes.
Impermeabilización para goteras
La impermeabilización es la mejor solución para prevenir goteras. A veces estas aparecen por la utilización de impermeabilizantes de mala calidad o por la realización de una mala instalación. Con el tiempo, estas situaciones acaban permitiendo la aparición de goteras.
En Cantitec apostamos siempre por materiales de la mejor calidad y, también, los que mayor compatibilidad nos ofrezcan en base a las necesidades de cada problema de goteras al que nos enfrentemos.
Con productos como láminas de impermeabilización asfáltica, láminas sintéticas o las resistentes membranas líquidas de poliuretano, conseguimos ofrecer la protección que necesita una edificación, para que no aparezcan goteras, para que el frío no provoque un desgaste excesivo y, lo más importante de todo, perdurable en el tiempo, para que no vuelvan a aparecer.