La aparición de humedades en el hogar es un tema estrechamente relacionado con la pérdida de eficiencia energética.
A menudo, cuando surgen las humedades, los propietarios no les dan demasiada importancia, o piensan tan solo en el plano estético del problema. Frecuentemente se intenta poner solución al contratiempo con una simple mano de pintura, o varias, pero muy pronto las humedades vuelven a aparecer. Y es que en torno a este problema, hay muchos más factores a considerar.
Por eficiencia energética se entiende aquel conjunto de buenas prácticas que tiene como finalidad reducir el consumo de energía, hacer un uso eficiente de dicha energía.
¿Las humedades pueden llegar a poner en riesgo la eficiencia energética del hogar?
Efectivamente, aparte del daño estético, del peligro que las humedades en el hogar pueden suponer para los materiales y de que éstas pueden llegar a afectar incluso a la salud de las personas, es un hecho que la humedad incrementa la dispersión del calor que se produce desde el interior hacia el exterior.
En un ambiente húmedo, el aire de los poros del material seco, que es de por sí aislante, se ve sustituido por agua, un elemento extraordinariamente conductor del calor y del frío.
Esto hace que se desequilibre la temperatura y se tienda a subir mediante los aparatos calefactores, para conseguir restablecer el bienestar en el interior de la vivienda.
Los hogares españoles son los responsables de alrededor del 17% del consumo energético de nuestro país. Así que la implicación ciudadana es fundamental para contribuir a la reducción del consumo energético. Es un tema que preocupa mucho actualmente, por la creciente concienciación acerca de la sostenibilidad y el medio ambiente, pero también por el ahorro económico.
Ahorrar a través de la eficiencia energética de nuestra vivienda
Aparte de ser un problema estético y estructural, las humedades en el hogar conllevan una pérdida de eficiencia energética que puede ir a más si no se controla y causar otros problemas añadidos: la situación puede desembocar en elevados gastos económicos relacionados con un excesivo consumo energético de la vivienda o el edificio.
Un problema de humedad estructural en un edifico puede llegar a aumentar hasta en un 30% las facturas de la calefacción. Ya se trate de humedades por condensación, capilaridad o infiltración, provocan corrientes de aire frío y diferencias de temperatura acusadas en las diferentes estancias de la casa, lo que dificulta la aclimatación y obliga a subir la temperatura.
Por ello, para evitar gastos desorbitados es fundamental prevenir o solucionar los problemas de humedades en la casa.
La calidad de la construcción y de los materiales, factor decisivo
La legislación actual que regula el sector de la edificación exige medidas de eficiencia energética (Código Técnico de la Edificación), también en lo que atañe a las instalaciones térmicas de climatización y agua caliente (RITE). Desde 2007 los edificios de nueva construcción deben disponer de una etiqueta energética de la vivienda, que es la que indica cuánta energía aproximada va a consumir nuestra casa cuando la habitemos.
Ese consumo energético va a depender, por supuesto, del clima de la zona donde se encuentre la vivienda, de la cantidad y calidad de los aparatos electrodomésticos instalados y del buen uso que se haga de ellos, pero sin duda hay un factor decisivo que determinará dicho consumo: la calidad de los materiales y de la construcción y la utilización de materiales aislantes e impermeabilizantes.
Disponer de un aislamiento profesional y adecuado en las paredes de nuestra vivienda, así como en puertas y ventanas, contribuye de forma significativa a regular las temperaturas interiores de forma óptima y a reducir nuestra factura energética.
Si tienes un problema de humedades en el hogar que compromete la eficiencia energética de tu vivienda y buscas una solución profesional, en cualquier lugar de España en el que te encuentres, contacta con nosotros.