El aislamiento térmico es uno de nuestros mejores aliados en el hogar. Todo en él son beneficios:
- Nos ofrece una vivienda con una temperatura más agradable todo el año.
- Nos ayuda a ahorrar, tanto en calefacción como en aire acondicionado.
- Nos permite disfrutar de más espacios en casa, ahora que tienen una temperatura óptima.
Y no solo es bueno para nosotros. No hay que olvidar que el aislamiento térmico nos ayuda a obtener una mejor eficiencia energética de nuestro hogar, por lo que es también algo positivo con la Naturaleza.
De forma general, muchas personas ya saben las ventajas que ofrece el aislamiento térmico, pero a la hora de disfrutar de él, surgen los problemas, las inquietudes.
La pregunta más común que nos hacen los clientes es ¿dónde debo poner aislamiento térmico en mi casa?
Pues la verdad es que no hay una única respuesta que sirva a todos los hogares. Algunas viviendas de Granada o Sevilla necesitan un aislamiento térmico concreto, otras de la zona norte como Oviedo o Santander necesitarán otras medidas… Por no hablar de los puntos débiles de la vivienda.
Estos puntos débiles son aquellas zonas de una casa, que no están disfrutando de un correcto aislamiento térmico. Es posible que en nuevas viviendas, algunos de estos puntos sí se hayan construido correctamente en este sentido, pero es difícil que todas presenten un aislamiento térmico perfecto. En viviendas antiguas, con menor probabilidad todavía.
Para disfrutar de un aislamiento térmico óptimo en nuestra vivienda, necesitamos principalmente 3 cosas:
- Contar con profesionales con experiencia.
- Identificar cuáles son los puntos débiles.
- Utilizar los materiales de mayor calidad del mercado.
Cuáles son los puntos débiles del aislamiento térmico
Si nos basamos en una residencia unifamiliar estándar, podemos identificar hasta 5 puntos débiles:
Techos y cubiertas
Uno de los principales puntos débiles en aislamiento es el techo de la vivienda, igual que las cubiertas o incluso buhardillas o plantas superiores, que presentan un aislamiento deficiente.
Ventanales y cristales
El problema de los ventanales y cualquier cristal presente en la vivienda, es que es fácil que no se haya cuidado el aislamiento de los marcos y cierres, provocando con ello una de las mayores pérdidas de toda la casa.
Fachadas
Las fachadas son a menudo sinónimo de un aislamiento térmico mínimo e insuficiente, trabajar en ellas suele presentar resultados inmediatos muy notables.
Suelos
A los suelos les sucede algo similar a los techos. Por sí mismos pueden no estar aislados y motivar una pérdida de temperatura, pero si debajo tienen zonas normalmente mal o nada aisladas como sótanos, el efecto podría ser mayor.
Puertas
Las puertas, sobre todo las que dan hacia fuera de la vivienda, pueden también carecer de aislamiento y, desde ellas, podemos perder la temperatura idónea del interior con relativa facilidad.
Cómo corregir los puntos débiles del aislamiento térmico
Una vez realizado el estudio de una vivienda, nuestro equipo de profesionales puede abordar la tarea de mejorar o crear el aislamiento térmico perfecto. Para ello, como os hemos comentado, también es importante escoger los mejores materiales.
Aislamiento térmico en techos y cubiertas
El aislamiento térmico de un techo se debe abordar con materiales ligeros que ocupen pocas dimensiones, como las lanas minerales. Sin embargo, si nos encontramos con cubiertas, la cosa se complica.
Podemos tener cubiertas planas o inclinadas, podremos trabajar desde el interior o directamente en el exterior. En cualquier caso el aislamiento y la impermeabilización en estos trabajos son imprescindibles. El poliuretano o poliestireno extruido son los materiales más recomendables.
Aislamiento térmico en ventanales y cristales simples
En cualquier elemento de vidrio, debemos trabajar en 3 factores para un aislamiento térmico perfecto en nuestra vivienda. En primer lugar debemos escoger cristales adecuados (es posible que también aislantes del ruido).
Debemos asegurar un cierre hermético en el marco y del propio marco a la fachada. Por último, identificaremos el aislamiento de la fachada para descartar cualquier posible fuga desde la misma.
Aislamiento térmico en fachadas
Si la fachada presenta posibilidades de mejorar en cuanto a aislamiento, las opciones son múltiples. Se puede trabajar tanto en la zona del exterior como en la del interior, así como aislando directamente el muro que conforma la fachada.
El poliestireno extruido es el más utilizado en fachadas, sobre todo por su capacidad de aislamiento y también por ser extremadamente efectivo ante las humedades.
Aislamiento térmico en suelos
En la mayoría de los casos, podemos mejorar el aislamiento térmico de los suelos colocando el material sobre el forjado que hay de hormigón. Con una lámina de polietileno podemos obtener resultados muy satisfactorios.
Además es muy fácil de aplicar y versátil para todo tipo de situaciones. Por ejemplo, si es un suelo en el que se ha incluido la calefacción, podemos colocar sin problema esta lámina de polietileno entre el aislante y todo el sistema existente de calefacción.
Aislamiento térmico en puertas
Con las puertas sucede algo similar a las ventanas. El propio material del que estén fabricadas y su aislamiento interior ayudarán a alcanzar los objetivos que queremos. Podemos revisar sus cierres y acoples con la pared, donde sí podemos trabajar con mayor libertad.
Aislamiento de paredes
Si bien una pared normalmente no presenta un problema de aislamiento térmico, sí nos puede suponer una solución en muchos casos.
Hay muchos tipos de paredes. Las hay que separan estancias de una vivienda, espacios comunes de un edificio, etc. En todo caso, también hay mucha variedad de materiales para aislarlas, como geotextil, corcho, lana de fibra, lana de roca… Lo importante es identificar cada situación (dentro y fuera de la vivienda), para sugerir el mejor trabajo de aislamiento térmico con el que disfrutar de un hogar mucho más agradable.